Recuerda ese sentimiento de quererte ir.
Recuerda como empacar solo lo necesario en tus maletas.
No lleves peso de mas, y deja los rencores atrás.
Recuerda no solo como decir adiós, sino también que seas feliz.
Recuerda cargar con lo bueno, con las lecciones aprendidas, y con poquito de su esencia.
Abre la puerta, sal y ciérrala tras de ti.
Asegurala con llave y piérdela. Porque de nada servirá volverla a abrir.
Recuerda cuando irte.
Aunque duela.
Aunque queme.
Y aunque quedes vacía otra vez.
Vete.