Sólo tú me haces escribir..

Que de algo sirva la tristeza.

viernes, 13 de enero de 2012

Perdí una Valeria.



Iba caminando, olía a un Jueves por la madrugada.
Se me cayó una mano, los ojos, las piernas, la lengua.
Mis órganos & mi alma quedaron en el pavimento frío.
Pero seguía caminando &caminando, & caminando.
Mientras mas caminaba, mas me perdía, mas se me caían las pestañas.

Me sentí como aire, como una pluma llevada por el viento, frágil & ligera.
Volteé & ahí estaba. Toda yo regada.

-Tengo que regresar por mi- me dije a mis adentros.
Y un conflicto entre mis dos mente comenzó. O seguía caminando, o perdía mi tiempo en levantarme.

Decidí irme. Seguir, aunque ya no tuviese nada, ni un gramo de aura.
Seguí sin ver, porque mis ojos yacían kilómetros atrás.
El aroma era negro. No tengo nada. Nada, ni siquiera a mí.

No podía seguir. Volteé & ya no había nada, solo arena, con mis huellas, las cuales desaparecían al compás del tiempo, no sabía de donde venía.
Tenía que regresar, no había sentido alguno, como siempre.
Regresé.

Encontré mis ojos, & mi estómago. Mis huesos & mis labios. Mis lunares. Mi cicatriz.
Lo encontré todo, menos a mi corazón. Donde estaba ese bastardo hijo de puta.
Encontré mi corazón & le grité, le llore & lo abrace. Pero ahí lo deje, no lo quiero, aún esta muy jodido. Dejaré que pase el tiempo. Me senté frente a el, frente a ese desgraciado, a esperar, esperar a que sus heridas cicatrizaran. Pasaron meses & seguía igual. Estaba seco. Pero lo necesito, lo tomé, así, despedazado & feo, lo tomé & me lo llevé.


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